sábado, 15 de febrero de 2014

El aire de Paraguaná

Te daré la clave del éxito: ¡guarda ese teléfono, porque te lo van arrancar! Un señor completamente desconocido se acerco a mi de la manera más sigilosa que yo haya visto, para advertirme lo que susurraba la gente. Eso fue una mañana.

A las 8:30 p.m del dia anterior, emprendí con unos familiares un viaje para Punto Fijo, la zona libre de impuestos por excelencia para quienes buscan comprar electrodomésticos, licores o cualquier cosa, en realidad. 

A mi me ocurrió la brillante idea de pedirle el teléfono prestado a mi tía para grabar un vídeo amateur de la situación, las personas a la defensiva y con miedo de un teléfono creyeron que yo tumbaría el gobierno o los denunciaría con los dueños del establecimiento para que no obtuvieran lo que todos estábamos esperando comprar. El bolsillo de mi tío político fue un buen resguardo.



A las 3:00 am llegamos a nuestro destino, yo estaba entre dormida todavía, pero mi tío se quejaba de que en la lista ya estaban a notadas mas de 180 personas. A las 8 am después de mi "cómoda" noche de carretera, fue que comenzó la verdadera odisea. En un reconocido centro comercial de la zona franca, nos aglomeramos casi 400 personas, la razón: aires acondicionados Split de 18.000Btu en nueve mil y tantos bolívares.

El meollo del asunto

Desde que el presidente Nicólas Maduro anunció, a principios de noviembre del año pasado, que bajarían los precios de los productos electrodomésticos y otros rubros, en el marco de la lucha gubernamental contra la especulación y el acaparamiento, el pueblo Venezolano se avasallo a los comercios para comprar a "precios justos" esos artículos.

Anuncio de Maduro

Hay que acotar que el margen de ganancia de las tiendas era exorbitante y los productos eléctricos estaban carisimos, luego del despelote y de que la mayoría gastara sus ahorros y aguinaldos equipando sus casas a buenos precios, el encanto desapareció. Dos meses después, las consecuencias en algunos comercios aún son palpables, pero en la mayoría de los casos la situación empeoró y los precios son aún mayores.



Un cupo, un trabajo

Muchas de las personas que estábamos reunidas en ese centro comercial, veníamos de otras partes del país y algunos tenían varios días luchando para comprarse ese aire barato, el gasto de hospedaje y comida, encarecía por mucho lo que buscaban.

Del ciento ochenta y pico bajamos al ciento treinta, según las personas allí reunidas venderían 150 aires ese día, pero la información no estaba confirmada y solo lo sabríamos a las 11:00am cuando abrieran el Centro Comercial, así que unas personas realmente avispadas estaban vendiendo los cupos por 1.000bs ¡Si quedas entre los 150 estas hecho!, decían. Ese era el precio mínimo, nosotros "no lo necesitábamos", pero muchos si cayeron en el negocio astuto de los vendedores de cupo.

Las horas pasaban y la zozobra aumentaba, ojala entremos porque en esta zona no hay mas split a ese precio, sino habremos perdido el viaje" decían. Después de tanto esperar, por fin abrieron el centro comercial y repartieron 90 números nada más.

La solución

Nos toco ir a otro reconocido comercio, la diferencia entre precio y potencia era abismal. Uno de ventana de 8.000Btu costaba casi 7.000bs, barato en comparación con los precios del mercado Trujillano, pero igual no era viable para nosotros. La solución que propuse fue, ¡Vamos a llevarnos de recuerdo el aire de Paraguaná, por que para aires acondicionados, no hay!

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